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10 de Marzo de 2005

Plenario: El camino a seguir

Cooperación internacional, mucha democracia, educación y ayuda al desarrollo económico de los países más desfavorecidos son los mejores instrumentos para derrotar al terrorismo. Esa fue una de las principales conclusiones a las que llegaron los participantes en el plenario del jueves por la mañana. Ante un numeroso público, que siguió con mucho interés todas las intervenciones, líderes políticos, entre los que destacaba Hamid Karzai, presidente de Afganistán, y pensadores debatieron sobre la estrategia que deben adoptar las democracias en la lucha contra la violencia terrorista. En todo el debate estuvo muy presente el recuerdo a las víctimas del atentado del 11-M, cuyo primer aniversario se cumple mañana.

Hamid Karzai fue el primero en tomar la palabra tras el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos, que actuó como moderador del debate. El presidente afgano hizo un repaso a la historia reciente de su país y destacó sobre todo una idea: la importancia de la cooperación internacional. Sin ella, dijo, la paz y la democracia en Afganistán no serían posibles. Para Karzai, su país es “un modelo de cooperación” y resaltó la voluntad de paz del pueblo afgano. Terminó su alocución lanzando un mensaje claro: no utilizar nunca el extremismo como arma política. “Ese es el camino para vencer al terrorismo”, afirmó entre aplausos.

Kjell Magne Bondevik, primer ministro de Noruega, abogó por reducir las tensiones entre las diferentes culturas y religiones. Hizo hincapié en la importancia de la educación como medio para aumentar la tolerancia y fomentar el diálogo. “El problema es la intolerancia, el miedo a lo que desconocemos y eso conduce al aislamiento”. Bondevik apeló a la responsabilidad de los líderes políticos para seguir en ese camino de diálogo y encuentro entre culturas diferentes.

Javier Solana, Alto Representante de la política exterior de la Unión Europea (UE), se mostró de acuerdo con Karzai al afirmar que la manera más eficaz para combatir el terrorismo es la cooperación internacional entre los distintos países. “Debemos generar confianza entre los países, porque sin esa confianza no habrá intercambio de información, que es como podemos vencer a los violentos”. El político español estableció dos niveles de cooperación: la internacional y la regional, que debe articular mecanismos para encontrar soluciones concretas a problemas concretos.

Otra idea que lanzó Solana fue la de intentar “eliminar” conflictos que duran ya muchos años. Sin citarlo, estaba haciendo referencia, entre otros, al conflicto entre Israel y Palestina. Los países democráticos deben involucrarse en la resolución de estos conflictos. De esta manera se reducen las tensiones y “desaparece el veneno de la mente de los terroristas”, matizó. Recordó la fortaleza de la ley, del Estado de Derecho y de los derechos humanos y terminó diciendo que, aunque no son causas directas, las grandes diferencias económicas y sociales que existen entre los países ricos y los pobres alimenta a los terroristas. “Vivimos en un mundo tremendamente injusto. Hay otros problemas además del terrorismo”.

Sobre las condiciones económicas y sociales que nutren al terrorismo habló Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien recordó que la pobreza no es una causa del terrorismo pero sí “un caldo de cultivo” para los terroristas y que los organismos internacionales deben encabezar la lucha contra el subdesarrollo. “Los países del Tercer Mundo deben crecer más; hay que proporcionarles desarrollo pero también justicia”, concluyó.

Una idea que compartió George Soros. El filántropo y millonario Soros, presidente de Sociedad Abierta (OSI), defendió la importancia de la sociedad civil en la lucha contra el terrorismo y aseguró que esta Cumbre es necesaria y llega en “el momento más adecuado”.

Miguel Ángel Moratinos, el ministro español, cerró el debate haciendo un resumen de las principales ideas expresadas por sus compañeros. Defendió la idea de la “alianza de civilizaciones” auspiciada por el Gobierno español y aportó su propia visión: “El problema del terrorismo es complejo pero lo afrontamos sin miedo y con esperanza. Al Terror se le vence con más democracia”.

Audio



Audio completo original del plenario

Transcripción completa / Full Transcript (English, Spanish)



Don Miguel Ángel Moratinos. Ministro de Asuntos Exteriores de España.

Buenos días. Me corresponde a mí moderar este último panel de lo que han sido dos jornadas intensas de trabajo en donde expertos, especialistas, académicos, políticos, han reflexionado y han propuesto numerosas ideas y acciones de cara a lograr una lucha eficaz contra el terrorismo.

Creo que el panel que me corresponde moderar, aunque no son gente apasionada y por lo tanto, no tendré mucho que moderar sino que conducir el diálogo y la discusión, creo que es un buen punto de enlace con lo que será esta tarde la jornada plenaria y de intervención de los jefes de Estado y los representantes oficiales de todos los países que han participado en esta Cumbre sobre el Terrorismo, la Democracia y la Seguridad y que todos debemos agradecer al Club de Madrid el habernos ofrecido y haber iniciado y haber propuesto esta reunión excelente y extremadamente oportuna.

Creo que, como decía, nos va a servir de punto de enlace y a mí me gustaría que el debate, que los que participan en este panel puedan orientarnos en lo que para muchos de nosotros lo esencial es poder salir de esta Cumbre de Madrid con una estrategia política clara más eficaz, más unánime, más coordinada de lo que debe ser las acciones y los pasos para dar eficacia a esta lucha internacional contra el terrorismo. Y digo que esta estrategia política nos sirve para precisamente delinear lo que van a ser las grandes acciones, los grandes objetivos, que de manera unánime los que aquí hemos estado y han estado trabajando y participando, consigamos lo que algunos ya están comunicando y señalando, ese consenso de Madrid, un consenso de Madrid que nos sirva precisamente para dar eficacia y respuesta clara y firme a la lucha contra el terrorismo.

Yo, para ordenar el debate, voy a hacer tres preguntas generales a los panelistas antes de presentarles a ustedes, aunque no necesitan mucha presentación. La primera pregunta es precisamente, dado el título de este panel, “El camino a seguir”, “The way ahead”, cómo vamos a defender y a ampliar la democracia en el mundo y cómo ese reforzamiento de la democracia nos servirá precisamente para ser más eficaces en la lucha contra el terrorismo.

La segunda pregunta, precisamente de cómo utilizar la cooperación internacional y la coordinación internacional en esa lucha contra el terrorismo. Y desde luego la presencia de un norteamericano, de dos europeos con distintos sombreros, la Unión Europea y un país muy comprometido con todos los problemas de desarrollo y de la comunidad internacional como Noruega, de Presidente de Afganistán y de Iberoamérica nos van a permitir tener esa visión, esos enfoques diferentes desde perspectivas regionales, geográficas distintas a la de que cada uno haya vivido y sentido en su quehacer profesional.

Y la tercera pregunta va más razonada, en lo que, citando al propio Secretario General Kofi Annan decía “cómo ganar los corazones y sobre todo las mentalidades de las poblaciones que sirven un poco de caldo de cultivo para reclutar a esos agentes terroristas”. Yo he tenido mi propia experiencia en Oriente Próximo como muchos de ustedes conocen. Y cuando hablaba con el actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, le decía en varias ocasiones, que lo importante, y aunque era muy exigente por parte de nuestros amigos israelíes desmantelar las redes y las infraestructuras terroristas, lo más importante y el gran desafío que tenía la Nueva Autoridad Palestina era precisamente erradicar de las mentes de esos jóvenes palestinos la utilización del terror y de la violencia como método para alcanzar sus aspiraciones legítimas.

Por tanto, esas serían las tres principales preguntas que yo haría a los panelistas y antes de darles la oportunidad de subrayar lo que cada uno de ellos considere sea oportuno como aportación al debate pues hacerle una muy breve presentación.

Empezaré por orden de actuación. El Presidente Karzai gran símbolo de lo que ha supuesto dar una oportunidad de modernidad y de seguridad y de estabilidad a ese gran país que es Afganistán. Es el que nos ha demostrado cómo de manera tenaz, de manera comprometida se puede combatir al terrorismo pero al mismo tiempo ampliando los espacios del estado de derecho y en ese sentido nos sentimos muy entusiastas y muy satisfechos y enormemente agradecidos de que esté aquí con nosotros. Ayer me decía, cuando tuve la entrevista con él, que hay un dicho en farsi que “sirve un simple guiño de ojo para que los afganos se pongan a trabajar cuando ven que hay una idea o un movimiento importante.” Pues espero que nos dé ese guiño de nuevo hoy en el debate y nos indique el camino a seguir, el “way ahead”, que él está tratando de construir en Afganistán.

El primer ministro de Noruega, el señor Kjell Magne Bondevik que lleva muchos años en política, no sólo como ministro de Asuntos Exteriores sino como primer ministro, este es su segundo mandato. Es un hombre que ya ha participado en los debates, que ha tenido una participación personal en todo el debate religioso, educativo y ese es el modelo nórdico que muchos de los países del sur de Europa siempre hemos anhelado y hemos aspirado. Ese mundo en que el multilateralismo, Naciones Unidas, ha tenido siempre un papel estelar y yo creo que su participación y su intervención nos va a ayudar a comprender mejor cómo ese modelo de Noruega y de los países nórdicos sirve en esta lucha contra el terrorismo.

Es difícil presentar a Javier Solana. Ha sido mi jefe, responsable, he dicho muchas veces mi padre espiritual, mi padre operativo, muchas horas, muchas semanas, muchos meses juntos. Pero él dice en muchas intervenciones que es un físico, yo no se si es un físico pero lo que si sabe es conocer la química de las personas, y tiene una química extraordinaria en la manera en que lleva la política exterior y seguridad común y para nosotros es un gran honor esa visión europea, esa visión propia que quiere hacerse camino, y desde luego estamos encantados de tener al futuro ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.

Y por último, tenemos a lo que es un asturiano y al mismo tiempo iberoamericano, uruguayo que ha tenido ya una enorme trayectoria de lo que es el mundo multinacional y el mundo multilateral, con una visión no solamente económica. Yo siempre señalaba a Enrique Iglesias que siempre en las conversaciones que he tenido con él nos ha dado una visión política de la economía y yo creo que esa visión política de la economía trasladada a lo que es el gran desafío político, económico y social que supone la lucha contra el terrorismo, nos servirá un poco de acicate y de iluminación para el debate.

Termino con George Soros, hombre de acción y de reflexión. Hombre que incorpora ese sentimiento [de] sociedad civil, hombre que ha trabajado mucho en el sentido de acercar la sociedad, la decisión política. Una decisión política que cada vez es más compleja, más incierta, pero que estoy seguro que con su contribución, su experiencia, y su compromiso político y personal nos pueda iluminar.

Dicho esto doy la palabra a los panelistas y me gustaría iniciar el debate con la intervención del Presidente de Afganistán, señor Karzai.

Hamid Karzai

Thank you very much, sir. Being in Madrid as an Afghan, we share very much the pain the people of Spain suffered last March at the hands of terrorism. We share all aspects of that pain with them, because we suffered ourselves for so many years of our lives. As such, today’s conference is of immense importance for Afghanistan, because through this we can narrate our story and how we found our way forward.

Afghanistan began to suffer after the Soviet invasion and the war the Afghans waged to liberate their country. We received two kinds of help: help from the region and help from the international community to fight the Soviets. The consequence of that was the arrival of lots of groups and individuals in Afghanistan in the fight against the Soviets. Once the international community forgot about us and we were left to interferences and the arrival of extremists in our country, our country became a haven for terrorism. We kept informing the international community on a daily basis of the danger brewing in Afghanistan to the Afghan people and to the international community.

Unfortunately, we were not heard until the tragedy of September 11 occurred. From that point onwards, with the arrival of the coalition forces led by the United States, the world found the true magnitude and intensity of the trouble Afghanistan was in and of the power that terrorism was building in Afghanistan and exporting it out of Afghanistan.

The other very important thing the world found out was that Afghanistan was constantly trying to rid itself of that menace, but was not able to do it on its own. Therefore, with the arrival of the international community, we saw that Afghanistan freed itself from terrorism in a matter of a month and a month and a half. Subsequent to that liberation with the help of the international community, the building of Afghanistan began, which we saw had tremendous participation from the Afghan community and people in it. The peace that we enjoy today in Afghanistan is the result of the cooperation of the international community with the Afghan people.

Two elements have brought today’s stability and the movement towards prosperity in Afghanistan, and, most important of all, the defeat of terrorism in Afghanistan: the desire of the Afghan people for a sovereign, stable, peaceful, democratic country and the assistance the Afghan people received from the international community. We saw that once the Afghans were given the opportunity, there were no children going to school; suddenly, thousands of children, hundreds of thousands of children, went to school. Today we have over five million of our children, boys and girls, going to school.

And when Afghanistan, with the help of the international community, was given the opportunity to launch a democratic movement, a process towards democracy, we saw that more than eight million Afghans participated in the elections, of which 42% were women. We saw we developed a constitution in which women were given at least 25% of the seats in the future Afghan parliament. So what we have today in Afghanistan is a very fine model of cooperation of peoples, the international community and, further, the cooperation of civilisations. Afghanistan has proven that when the international community wakes up and joins hands with each other, it can defeat any menace, any bad elements, any bad organisations.

Democracy in Afghanistan has also caused a tremendous movement forward in bringing stability to Afghanistan and also in defeating terrorism. Before the Presidential elections in Afghanistan, we did have incidents of violence, of terrorism inflicted on the Afghan people and international people in Afghanistan. With elections in Afghanistan, we saw the magnitude of the defeat of terrorism in Afghanistan. With the elections we saw that not only did they not have the ability to interfere with elections, but they had actually been moved out of the minds and presence within the community in Afghanistan. So for us the example of international cooperation, of the joining of hands of the international community with any willing nation, like Afghanistan was willing, is the crux of the matter in the defeat of terrorism.

Another very significant question here is the arrival of extremism and terrorism in Afghanistan was because, unfortunately, the world neglected the arrival and rise of extremism in Afghanistan – that some even used extremism as an instrument of policy. In order for us to have a world free of extremism and terrorism, all of us, mankind, and the governments belonging to it, must stop and no longer use extremism as an instrument of policy. Rather, we must begin to care for and help those who are suffering at the hands of extremism and remove the root causes of it from our societies and that is the way forward. In short: international cooperation, building democracy and not using extremism as an instrument of policy is the way to defeat terrorism.

Presentador

Muchas gracias, Presidente Karzai y creo que me está llevando a hacer las conclusiones. La cooperación internacional, democracia y no tregua a los extremistas. Primer ministro de Noruega.

Kjell Magne Bondevik

Thank you. Let me start by saying that I am also glad to be here to commemorate the tragic terrorist acts here in Madrid a year ago. And I think the best way of commemoration is to discuss how we can fight terrorism more effectively. In our efforts in fighting terrorism we need a broad approach. Sometimes military means, as we had to do in Afghanistan, but a much broader approach than this.

And in my first intervention, I will focus on tensions between groups belonging to different cultures and religions, and how we should deal with this in order to reduce the tensions. These tensions are partly between groups living in different countries, but two-thirds of the world’s nearly 200 countries have at least one ethnic or religious minority that makes up 10% or more of the population in the country. And with globalisation, the potential for contact, and thus conflict, is of a completely different magnitude than it was in previous times. Cultural diversity can, of course, be both a cause of conflict and a key to tolerance and peace. History has demonstrated this time and again.

The question we should ask ourselves is this: under what conditions does cultural diversity lead to conflict and when does it lead to peaceful coexistence? The challenge is how we can make diversity an instrument for tolerance, peace and development. Often problems arise less from diversity itself than from the inflexibility of the members of the different cultures. This inflexibility is often due to fear: fear of the unknown, fear in the face of change, fear of loss of identity and influence. And fear can lead to isolation. We see societies using censorship to keep out foreign influence. We see minorities in our own countries trying to isolate themselves from the majority, fearing they will lose their traditions, faith and identity. Fear can also develop into hate. Unfortunately, some religious leaders give such hate legitimacy. Yet nothing is further from true faith than hatred – and I say this myself, because I’m also an ordained Lutheran pastor. All the major world religions teach the virtue of peace and together we political leaders, religious leaders and ordinary citizens must stop the extremists from misusing religion to legitimise terror and persecution.

Tolerance grows out of knowledge and respect for those who are different. In my view, promoting tolerance is especially important in our schools: we must start with children and pupils. I’m talking about fostering a feeling of community and solidarity, about crossing ethnic and religious lines. At school, pupils must learn compassion and consideration for others. They must learn understanding and a sense of justice. Schools must be used to counteract the poison spread by fanatics. In my opinion, children should be given a respectful introduction to all the world religions, not only their own case. And I would like to stress the word ‘respectful’.

Children should be made capable of understanding the basic tenets of the different religions – not as caricatures, but as beliefs worthy of respect. We should also make sure that our own religion is communicated to children in a way that protects them against manipulation by extremists. They should learn to think independently and not just learn to accept whatever they are told.

This is valid for religion as well as for other fields of knowledge. There are examples of schools where children are incited to hate and condemn those who are different. This must be changed. Schools must teach children to consider those who are different as equals, as brothers and sisters. Together with Morocco, Norway is now initiating a programme for this within the framework of UNESCO. I hope we can cooperate with all the members of UNESCO.

Building societies on respect and tolerance is a complex and long-term task. Constitutions and other legislative protection of democracy and human rights are essential for promoting mutual tolerance and respect. Only thus can we prevent the extremists from winning new recruits for their wars against humanity. States and companies, schools and communities all stand to gain from diversity and the enrichment that comes with it. Diversity is a strength in our complex and multifaceted world; and let us use education and inter-religious dialogue in order to increase understanding, so that different cultures, instead of being part of the problem, part of the conflict, instead of being misused for terrorism, can be turned around so religion and different cultures can be part of the solution. It is possible by focusing on common values like human dignity, the idea of peace and reconciliation. Let us do it. Thank you.

Presentador

Muchas gracias, primer ministro. Me ha dado una nueva idea para la conclusión: la importancia de la cultura de paz, de la educación de paz, del respecto hacia el otro, y me facilitan mi tarea de concluir, pero vamos a dar la palabra a Javier Solana para que también nos aporte su visión.

Javier Solana

Muchas gracias a la organización de la conferencia y muchas gracias por haberme invitado. Estoy en mi ciudad, en Madrid, estamos hablando de terrorismo, y yo no puedo olvidar que cuando hablamos de terrorismo, no estamos hablando de un tema académico sólo: estamos hablando de gente que pierde la vida, de familias que sufren, de cosas que son tremendas y que son a veces muy difíciles de olvidar. Yo quisiera que las conferencias no se convirtieran solamente en un lugar para hablar, sino también en un lugar para recordar y para hacer todo lo posible para que nunca más vuelvan a ocurrir actos de esta naturaleza. Ya sea en Madrid, España tiene una gran experiencia de haber sufrido ataques del terrorismo, ya sea en Afganistán, ya sea en Estados Unidos, ya sea en Indonesia, pero que no nos olvidemos de la realidad de lo que estamos tratando. Estamos tratando algo muy serio, donde las consecuencias son el sufrimiento humano y la falta de respecto fundamental de los derechos humanos: el derecho a la vida es el derecho más importante que todos tenemos que defender.

Yo creo que la manera más eficaz de luchar contra el terrorismo es la cooperación internacional. El terrorismo no será derrotado mediante las armas; el terrorismo será derrotado si la comunidad como un todo es capaz de intercambiar información y es capaz de tener confianza mutua entre unos y otros. Y esto me trae quizá al tema más importante que me gustaría subrayar hoy: la confianza es fundamental para el intercambio de información. Sin intercambio de información, no seremos capaces de ganar la batalla contra el terrorismo. Ningún país solo, por grande que sea, por pequeño que sea, porque esté en un lugar u otro de la superficie mundial, lo va a conseguir. Lo tenemos que conseguir entre todos. Y para eso tenemos que conseguir la confianza entre todos para que podamos intercambiar la información que es necesaria para luchar contra el terrorismo.

Por lo tanto, una palabra en esa dirección es la cooperación internacional como elemento fundamental. Y la cooperación internacional significa también la utilización de organizaciones internacionales. Por lo tanto, en una sola frase quisiera decir brevemente que la cooperación internacional y lo que vamos a llamar multilateralismo eficaz son dos ingredientes fundamentales en la batalla contra el terrorismo. Sin ellos, no la ganaremos.

En segundo lugar, yo quisiera decir que quizá deberíamos pensar también en soluciones de carácter regional. Somos muy dados a plantearnos los problemas globalmente, como debe ser, pero también todas las soluciones de carácter reglobalizada. Y yo no sé si no deberíamos también empezar a pensar en soluciones y cooperaciones de carácter regional que poco a poco vayan subiendo hacia una acción de carácter más global. Creo que es algo que los expertos han discutido estos días y que es algo que deberíamos también tomar en consideración: las instituciones y cooperaciones internacionales. La Unión Europea es un buen ejemplo de cómo trabaja desde el punto de vista regional, cómo ha avanzado en la lucha contra el terrorismo y cómo ha contribuido desde su estructura regional con otros países para ayudarles también para mejorar sus capacidades para la lucha contra el terrorismo. Sin duda alguna, fortalecer estas capacidades en la mayor parte de los países, en todos los países, sería un ideal. Y eso es lo que entre todos tenemos que tratar de hacer.

El tercer punto sobre el que me gustaría hablar es cómo hacemos que algunos de los elementos que envenenan las mentes de mucha gente o de aquellos que optan por dedicarse al terrorismo, poniendo incluso a riesgo lo más sagrado que tienen, que es su propia vida, para matar al otro, que es lo tremendo que tienen los atentados suicidas... Yo creo que tenemos que hacer un esfuerzo para quitar del mapa mundial algunos de los conflictos que han estado anclados por mucho tiempo y que, sin ser responsables del terrorismo, han creado y siguen creando el veneno que utilizan algunos para justificar sus acciones frente al terrorismo.

Por lo tanto, el compromiso de todos en este inicio del siglo 21 de acabar con algunos conflictos que vienen de más atrás, de hace años, pero que es necesario que se acaben para que ese veneno que todavía existe en algunas mentes relacionado con las posibles consecuencias de la falta de solución de estos conflictos pueda desaparecer. La tercera cuestión que quisiera decir es que la lucha contra el terrorismo tiene que hacerse por métodos que no pueden ser los mismos que utilizan los terroristas. Nos tenemos que diferenciar claramente, porque nosotros luchamos con las armas de la ley y del estado de derecho. Y es fundamental que en la lucha contra el terrorismo seamos también los primeros defensores de los derechos humanos cuando seguimos luchando contra el terrorismo. Es muy difícil a veces hacerlo y las expectaciones son muchas, pero sería la primera derrota, la nuestra, si cambiásemos nuestras formas de vivir, nuestros principios y formas de actuar para luchar contra el terrorismo. Sería la primera derrota nuestra y la primera victoria de ellos. Cambiar nuestras sociedades es lo que algunos de ellos quieren hacer.

La cuarta cosa que yo quisiera decir es que como europeos tenemos una responsabilidad enorme para que las personas que viven entre nosotros que tienen un origen de países que no forman parte de Europa inicialmente, países islámicos, países de otro lado del Mediterráneo... Tenemos que ser capaces de hacer allí la pedagogía necesaria, el tratamiento justo con ellos, el integrarlos en nuestras sociedades para que en ningún caso pueda ser el maltrato que reciban en nuestros propios países o la incomprensión que pueda haber en nuestros propios países la causa o justificación para que algunos puedan estar envenenados por el terrorismo.

Y acabo con lo que seguramente todo el mundo tiene en el fundo de su corazón: vivimos en un mundo profundamente injusto y mientras sigamos teniendo un mundo tan injusto, seguiremos teniendo problemas de esta naturaleza sin ninguna duda. El siglo 21 tiene que ser un siglo en el que nos enfrentamos con estos problemas seriamente. Solamente quiero decir que lo que vamos viendo en los últimos años es que los países más ricos son más ricos cada día y sus poblaciones son más viejas cada día, y los países más pobres son más pobres cada día y sus ciudadanos son cada día más jóvenes. La mitad de la población mundial tiene menos de 25 años. Creo que esta reflexión es la más importante para que nos enfrentemos de verdad con los graves problemas que tenemos en estos momentos, unos de los cuales es el terrorismo, pero hay muchos otros que conducirán sin duda, si no los resolvemos, al veneno que lleva a algunos a utilizar las armas de terrorismo. Gracias.

Presentador

Muchas gracias, Javier. Me han parecido muy sugerentes varias ideas, que luego voy a tratar de preguntar a tus compañeros de panel: sobre todo, el carácter regional de la solución y tu última reflexión, la lógica preocupación sobre la situación económica y social en esta comunidad internacional que nos interpela cada día con mayor urgencia. Nos vamos a Iberoamérica, Enrique Iglesias.

Enrique Iglesias

Gracias ministro, muchas gracias, por haberme invitado a participar en este importante encuentro. Quiero decir que me parece muy oportuno que se discuta este tema en la forma tan amplia como está siendo elaborada por este encuentro. Quiero decir previamente tres o cuatro consideraciones, algunas de las cuales tienen que ver con los puntos señalados por quienes me presidieron en el uso de la palabra.

Yo creo que la gran contribución que se ha hecho aquí es examinar la complejidad del problema y los riesgos que tiene caer en una explicación monocausal de este tema muy profundo que tiene que ver con problemas culturales, los conflictos religiosos y étnicos, y las nacionalidades. Creo que lo primero de todo es prevenirnos frente a la monocausalidad, pero unirnos frente a una realidad. Y eso es uno de los flagelos más importantes que tiene la humanidad y que hay que convertir. Creo que en ese sentido son algunas de las cosas más importantes que yo quisiera mencionar.

Mañana tengo un encuentro con representantes del panel de Naciones Unidas, que entregó un documento recientemente al Secretario General, donde se define terrorismo en esta lucha. Y es que simplemente cualquier acto contra personas inocentes, cualquiera sea el pretexto, es un terrorismo. Claro y sin ambigüedad. Y si es así, entonces la organización para luchar contra eso y hacerle frente es muy importante.

El segundo tema: yo quisiera construir sobre algo que decía Javier hace algunos instantes. Yo creo que todos estamos de acuerdo en que la situación económica y social no es la causa fundamental detrás del terrorismo, pero no podemos dejar de reconocer que esa coyuntura internacional económico-social de alguna manera a veces le presta argumentos al terrorismo; pero, lo que es más importante, le presta reclutamiento y caldo de cultivo para que estas semillas fructifiquen en esa cultura de pobreza y atraso. La mitad de la humanidad está viviendo en una situación de pobreza. Tenemos un desempleo extraordinario, sobre todo en la gente joven, donde está el caldo de cultivo. Tenemos la desigualdad, que es uno de los temas que más destruye el tejido social dentro de los países y entre los países, porque genera la angustia de saber que los temas tienen solución. Como decía Tocqueville, cuando un tema no tiene solución, se aguanta; pero cuando tiene solución, se hace insoportable. Todo ese clima juega en el tema y por tanto, sin caer en el simplismo de entender que hay una relación causal, hay un clima de cultivo que se ha alimentado por la situación. Tenemos que pensar que hoy la lucha contra el subdesarrollo forma parte también de crear un clima que permita hacerle frente al tema. Hemos avanzado en este tema. Tenemos muchos años en este negocio internacional; el mundo de hoy no es el de hace cincuenta años. Se han hecho muchas cosas; yo diría que Naciones Unidas ha sido muy importante para crear el concepto de desarrollo y cooperación. Yo creo que eso ha ido avanzando y se han hecho muchas cosas, incluso se ha ido avanzando en la creación de un concepto en la opinión publica. La reacción popular que se ha dado en el mundo con respecto a la tragedia del tsunami, que partió de las raíces de la sociedad, me parece una cosa magnífica. Hemos ido avanzando, pero no es suficiente, porque los temas se van agrandando, las distancias incrementan y la pobreza aumenta en el mundo. Algo hay que hacer y hay que hacer mucho más.

Cuando llegamos a lo que hay que hacer, yo creo que lo importante en la lucha por la cuestión social, como se decía hace unas décadas, tiene que tener una doble agenda: hay una agenda doméstica y una agenda internacional. Ninguna agenda internacional nos va a resolver la agenda doméstica. Pero esa agenda doméstica, si no tiene una agenda internacional de cooperación, va a estar siempre condicionada y limitada. La agenda doméstica implica que cada país tiene que luchar contra estos problemas sociales, e implica un desarrollo suficiente, una eficiencia social en la manera como se aplican los recursos, implica instituciones, implica luchar contra la corrupción. Hay una responsabilidad interna importante; pero también hay una responsabilidad internacional.

En la agenda internacional es importante distinguir dos cosas: la primera, el asistencialismo, que responde un poco al tema de la caridad, que es la hija de la compasión; no, no, aquí de lo que estamos hablando es una agenda social internacional que sea hija de la justicia. En este sentido, de lo que se trata es de entender que en esta lucha integral frente a este tremendo flagelo activar la agenda internacional para permitir que el mundo internacional no recorte la capacidad de acción de la agenda nuestra es muy importante: los temas de comercio, el acceso a la tecnología, al crédito. Hay toda una realidad que se complementa en las dos agendas. Si logramos entender que, sin ser la causa primigenia, es un elemento que alimenta el caldo de cultivo, estas dos agendas podrían realmente darnos una respuesta que podría ayudar en ese largo camino que anuncia el título de este seminario. Muchas gracias.

Presentador

Muchas gracias, Enrique. Creo que también me has dado una idea para luego interactuar entre vosotros y preguntaros qué es lo que es más importante: si elementos ideológicos, políticos o la agenda económico-social. Por último, George Soros tiene la palabra.

George Soros

I think this conference is addressing the right subject at the right time in the right place. I think it is a very appropriate and worthy tribute to the tragedy that befell Madrid on March 11. I think it has generated a lot of interest, and attracted a lot of people. We’ve had really heated discussions, sixteen groups and a consensus has emerged about how to address the problem of terrorism.

To sum it up: first, although terrorism has many forms and causes and each case has to be judged on its own, there is a common element, which is that terrorists are taking innocent lives in advocating their political goals. And that is a violation of human rights, because the first human right is the right to life. It’s a crime against humanity and we mustn’t forget it, whatever special circumstances there may be. So that’s the first point.

The second point is that in combating terrorism, we must beware of falling into the trap of violating human rights and creating innocent victims, because that would merely reinforce the original impulse and really put us in violation of human rights.

And the third conclusion is that spreading democracy can help undermine popular support for terrorists by giving people the chance to express their grievances in a different way. I think this is a sound basis. And let’s be frank about it, the way the United States has waged war on terror under President Bush violates the second point, because war, by nature, creates innocent victims and, in addition, the war on terror is different to normal wars and we have been violating international law as well by using torture and so on. We have a different and more constructive way of looking at the threat of terror.

And the third point: there is a hopeful basis of common agreement, because President Bush in his second term has made the spreading of democracy a central objective of his Administration. This is something we should take up and build on; it would be a very constructive outcome. Now, the way ahead. I’d like to point to the Warsaw Declaration signed in 2000 by 110 countries, which declares that it is in the vital security interest of all countries to foster democracies in other countries. This was before the terrorist attacks of September 11 and in a way the terrorist attack has justified and reinforced that principle, because what went on inside Afghanistan and Saudi Arabia was a serious security threat for the United States. So there is a connection between democracy and terrorism in that the lack of democracy can be a tremendous security threat to all of us. Now, that declaration, like most declarations, was just a piece of paper; very little attention was paid to it. The only mention it got in the newspapers was that France refused to sign it because it was proposed by the United States; otherwise it was ignored. Now is the time to put substance into that declaration.

There is a precedent for that: there was the 1975 Helsinki Declaration which was also an empty piece of paper. The Soviet Union signed it and agreed to Basket Three, which outlined human rights, because they thought that no-one would really pay any attention to it. And then because of the actions of Sakharov and others, it became the basis of a very powerful and successful human-rights movement. So I think there is this community of democracies – it does exist. Actually, it has a very good organisation, because it has a governmental element and a civil-society element and it is going to meet in Chile at the end of the month. I think that civil society as represented here could infuse that process with content and I think that some of the recommendations issued tomorrow will point to that. Because we mustn’t let the really great energy mobilised and generated by this conference evaporate. We must maintain it and build upon it and I think that Chile at the end of April could be the next step and there is also the formation of the democracy caucus in the United Nations in September, which could take on more significant content. Thank you.

Don Miguel Ángel Moratinos

Muchas gracias, señor Soros; ya me ha dado la receta para el consenso de Madrid y por lo tanto voy a limitarme a repetirla al final.

Pero la intervención de varios de ustedes me han, yo creo, evocado alguna pregunta que me gustaría discutir de una manera más activa entre todos ustedes.

La primera la que Javier Solana ha hecho. Yo creo que esta tarde tendremos la ocasión de escuchar al Secretario General de las Naciones Unidas que nos va a hacer una presentación de cuál va a ser, digamos el plan, la estrategia de Naciones Unidas hacia la lucha contra el terrorismo, pero Javier Solana nos ha señalado, yo creo, correctamente, que a pesar de que tengamos todos esa vocación multilateral y de tratar de ordenar a través de Naciones Unidas un marco general de lucha contra el terrorismo, los espacios regionales tienen algo que decir. Entonces yo, mi primera pregunta, me gustaría que el Presidente Karzai u otro dijese cómo articular lo que es el marco general, el paraguas general de Naciones Unidas y cómo esa vocación regional con mecanismos, instrumentos más operativos puede servir para ser más eficaces en la lucha contra el terrorismo.

La segunda pregunta me ha surgido escuchando a Enrique Iglesias. Es un viejo tema que es las causas económicas y sociales, las políticas religiosas o ideológicas. El caso concreto del terrorismo internacional actual: Bin Laden era un multimillonario, no tenía dificultades financieras y sin embargo estableció toda su red de Al-Qaeda. Me gustaría que me comentase el primer ministro de Noruega, quizás, para ser un poco provocador, dónde colocaría, si hay que colocar, los criterios, las causas, más en las causas socioeconómicas, o más en las humillaciones y dignidad de la persona, en las elucubraciones ideológicas y religiosas. Son dos temas que me gustaría que los panelistas comentasen. Empieza el Presidente Karzai.

Hamid Karzai

With regard to Afghanistan’s case, a lot of the remarks that were made by distinguished analysts are true. Cultural diversity is something that Afghanistan has and it’s an asset for our country. The multiethnicity that Afghanistan has is an asset for the country. What is important is to recognize it and to give the people the right as individuals and as groups to express, to show their individuality or the collective identities. Afghanistan’s constitution is perhaps among the first of such constitutions recognizing this.

In the constitution that we adopted last year all the major ethnic groups of Afghanistan are mentioned. There’s actually a condition that the national anthem of Afghanistan must mention each of Afghanistan’s ethnic groups, the major ones.

Women are given significant, prominent rights in this constitution.

Although Afghanistan has two main languages, two official languages, all the other languages, even if there are hundreds of thousands, are recognized by the constitution as teaching languages, as mediums of instruction within those local areas.

Recognition and granting of rights is strength. It adds to the strength of a nation and to the process of nation-building. We’re proud as a nation to have adopted such a constitution.

Even in the Afghan election commission which has nine members, one of the members is a Hindu. Now Afghanistan is a country of 22 or more million people. Our Hindu population is probably a few thousand people. But there is a representative because there is a recognition in our country that all must have their place in the country and in the relevant institutions.

In the fight against terrorism and the defeat of terrorism as the Afghan experience shows, as I mentioned earlier, international cooperation with nations that have been incapacitated – Afghanistan was incapacitated by years of war and intervention – the reason that we suffered for so many years is not because the Afghans did not want to be free of the tyranny but because Afghanistan could not be free of that tyranny on its own because Afghanistan could not make the liberation of its country on its own.

So the help from the international community was as significant as the will of the Afghan nation. And when the other part of it, the help from the international community, came, you saw that the country was freed immediately.

Once that happened, then the next step, the step of nation-building, which essentially means democracy and institution-building for democracy, are the most important steps. Once the country moved toward that direction there was a lot of propaganda by terrorists, by those that did not believe, or did not want Afghanistan to succeed, that the Afghans would not take votes in cards, that the country would not go to elections, that elections would not occur, that there would be violence. On the contrary, millions of Afghans went to the cards, especially women, and on the contrary on the day of election there was not the least violence.

On a very unseasonably cold day, a rainy day, and in some parts of the country, a stormy day, millions of Afghans went and voted, women in particular, and that day, God above, a massive transformation in the mindset of the Afghanistan people and in the defeat of extremism and terrorism. Suddenly the next day the Afghan people felt they were the owners of the country. They owned Afghanistan back and suddenly there was a sense of empowerment in Afghanistan. Especially by those segments of the society that felt lesser for the empowerment before.

I would like to give you a story here to highlight in a real manner how it happened. I had a meeting with about 30 or so tribal chiefs from a very conservative part of the country. And for the first time in our history perhaps, I saw a delegation of women with the tribal chiefs and the clergy. When I greeted the tribal chiefs, calling them, “well, Mr. So-and-So, how are you?” and “Mr. So-and-So, how are you?” and when I finished, I greeted the ladies as “Ladies, how are you?” One of the ladies then got up and said “Sir, you did not greet us by name. You greeted only the men by name.” I said “I’m sorry, ma’am, I did not know your name. I knew the men before and so I greeted them.” And she said “Well, you better remember that it was our vote that made you the president. And if you don’t learn our names, we’re not going to vote for you next time!”

That is what democracy brings to you, to any nation, that is how empowerment occurs in a society, especially a country like ours that has been suffering for so long. Therefore diversity recognized, with rights given to it, and democracy towards building institutions.

Free media is a massively important thing. Our television channel, the government television channel is something that even the president rarely watches, other than the news time. The moment the news is over, I switch over to the private channels. There are young people now owning three, four private television channels in the country and the whole society watches them.

So democracy, institutions and free media are very important. Those things will keep politicians on their toes and that is a good thing.

George Soros

I’d like to make two points on your question of the regional issues, what the community of democracies could do, practically.

One: within the United Nations you select members of the security council and various commissions, human rights, etc. on a regional basis. But the members of the community of democracies, the democracy caucus, could agree that they’ll only vote for countries that belong to that caucus. That way Latvia would prevail over Azerbaijan and so on. That would be a significant improvement on the way the United Nations functions without having to change the constitution.

Now outside there are these threats to security. President Bush mentioned Mugabe in Zimbabwe, and Turkmenistan. There ought to be a contact group or a task force focusing on those threats. The governments are not likely to do it. This is where the civil society component in this community of democracies could come into play by actually going ahead and forming those task forces and trying to coordinate because we do need to cooperate internationally if we want to bring those tyrants under control.

Kjell Magne Bondevik

The moderator asked the question of the root causes of terrorism. This is as you know a very complex issue. Experts and scientists have discussed this, also during this conference, and there has been research on this issue. We had also a conference with scientists and experts on this in Oslo two years ago as a preparation for a conference in New York where I was a coacher and President Karzai attended a half year ago.

Some of their findings are that humiliation is a root cause of terrorism. Many years of occupation can be a cause of terrorism. We also know that failed states can give grounds for terrorists, as it was in Afghanistan before their restructuration of democracy and political systems in the country.

I do not believe that religion and culture in itself is a cause of terrorism; by itself it’s not. But religion in different countries can be misused by terrorists in order to achieve their goals. We know that it is. Regional conflicts like the Israeli- Palestinian conflict is used and misused for terrorism. We know that religious faith is a meaning of life for hundreds of millions of us and in my view it’s a contradiction to the really religious values to use terror. I think by focusing on common values we can reduce the potential for conflicts and terrorists.

I feel it’s the same with poverty. Poverty in itself, in my view, and that’s also among the findings of the experts, is not the root cause of terrorism. But poverty is misused, for instance, by Osama bin Laden, a rich man. It’s misused as an excuse for terror.

Therefore, I think consequently that political, democratic, and economic development is a contribution in fighting terrorism more effectively. It’s a question of winning the hearts and minds of people so that they find no reason, no cause for using terror in order to achieve their political goals.

Continúa en Plenario: El camino a seguir (parte 2)

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