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10 de Marzo de 2005

De la violencia a las urnas: grupos armados y los procesos de paz

Transcripción (inglés/español)

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Moderador: Margaret Anstee
PanelistasTore Hattrem, Celia McKeon, Andrés Pastrana, Joaquin Villalobos, Alistair Crooke

Incorporar a los grupos armados al campo de la paz y de la democracia no es una tarea sencilla pero es posible. Se requiere un gran esfuerzo, altas dosis de compromiso por ambas partes y mucha capacidad de negociación y comprensión. Los expertos que debatieron sobre los procesos de paz aportaron cada uno su particular receta a una cuestión que no siempre es vista con buenos ojos por la sociedad: la negociación y el diálogo con los violentos.

Fue el ex presidente colombiano, Andrés Pastrana, el primero en hablar. Se centró en el proceso de negociaciones que mantuvo durante su mandato con las FARC para alcanzar la paz. El proceso fracasó porque a las FARC les faltó voluntad y valentía para poner fin a la violencia pero al menos, señaló Pastrana, la guerrilla fue derrotada políticamente. Pastrana afirmó, que al margen de la voluntad, cualquier negociación necesita dotarse de un marco jurídico lo más legítimo posible.

Alastair Crooke, fundador y director del Conflicts Forum, constató algo que puede parecer un tanto obvio pero que tiene una gran importancia: la negociación política es un canal de comunicación abierto. Hay que hablar con los violentos porque si se los aísla y se los demoniza, entonces habrá más violencia. Crooke afirmó que exigir el fin de la violencia porque sí no conduce a ninguna parte. Hay que ser persuasivo. También señaló que la exigencia previa de abandonar las armas antes de sentarse a dialogar dificulta la negociación pues aumenta el sentimiento de humillación de los grupos armados.

Tore Hattrem, vicedirector general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, enfatizó el papel de Noruega como mediador en numerosos conflictos a lo ancho y largo del planeta (Sudán, Sri Lanka, Filipinas…) y destacó la importancia de que en todo proceso de paz intervenga un tercer actor ya que “no hay una solución interna a los conflictos armados”.

El siguiente en tomar la palabra fue Joaquín Villalobos, investigador de la Universidad de Oxford y uno de los protagonistas del proceso de paz en El Salvador. Su aportación teórica giró en torno a la transformación que deben experimentar las partes enfrentadas para llegar a un acuerdo. Contó su experiencia en El Salvador y describió los cuatro factores que a su juicio llevaron la paz a este país: la moderación ideológica de ambas partes, el contexto internacional que mantuvo abierto los canales de comunicación, la realidad política y la moderación de la violencia incluso antes de ponerse a negociar.

Finalmente intervino Celia McKeon. La directora del programa Conciliation Resources apuntó la importancia que tiene la sociedad civil en cualquier negociación con grupos aramados. El debate estuvo moderado por Margaret Anstee, ex Subsecretaria General de Naciones Unidas, quien echó de menos una mayor participación de la mujer en los procesos de paz.

[Redacción Web]

Resumen de la sesión

Joaquín Villalobos, Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Nacional Democrático de El Salvador, destacó la experiencia obtenida durante las negociaciones de su país con grupos armados. En contraste con la situación descrita por Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia, la lucha en El Salvador se centró en la legitimidad, ya que los insurgentes buscaban demostrar que el gobierno en el poder no era legítimo. El señor Pastrana describió cómo, en Colombia, el esfuerzo de traer a grupos como las FARC a la mesa de negociación forzó una victoria política sobre la violencia allá donde la victoria militar no hubiera sido posible, y siempre que el pueblo reclamara una victoria pacífica. En el caso de Colombia, además, el proceso de paz tenía que salir del centro de atención de los informativos diarios, que pueden convertirse en un obstáculo a la hora de mantener negociaciones delicadas.

Alastair Crooke, fundador y director del Conflicts Forum en Gran Bretaña, señaló que hay varias directrices que hay que tener en cuenta a la hora de sentarse a negociar con grupos armados. En primer lugar, y en esto estuvieron de acuerdo otros miembros del grupo, las negociaciones deben ofrecer un camino para la paz. Los grupos armados a menudo necesitan que les demuestren los incentivos de una cooperación con el proceso político y pacífico. Los comienzos de la negociación pueden servir como una interpretación de los actos de cada bando, más que como una negociación en sí.

Tore Hattrem, director general del Departamento para la Paz y la Reconciliación del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, observó que raramente se encuentra una solución militar a una situación de conflicto. Recalcó la importancia de terceras partes como figuras negociadoras con acceso a grupos y a niveles de discusión que las propias partes implicadas pueden no tener. El acceso al proceso de paz no debería extenderse únicamente al estado, sino también (y con mayor urgencia) a la sociedad civil. Margaret Anstee, ex Subsecretaria General de las Naciones Unidas, subrayó la importancia de incluir a la sociedad civil en el proceso. Incluso unas elecciones democráticas pueden no constituir una resolución pacífica a la división violenta si toma la forma de una competición en la que el ganador se lo lleva todo, dijo Anstee.

Celia McKeon, directora de programa del Acuerdo de Recursos de Conciliación en Gran Bretaña, dijo que su grupo ha analizado negociaciones con grupos armados de todo el mundo y ha encontrado que las negociaciones son, por una parte, específicas del contexto, y por otra dinámicas a lo largo de la duración del proceso. Por ese motivo, el proceso en sí, además de su producto, es vital a la hora de conseguir una resolución pacífica a una situación de conflicto.

[Relator]